La Cruz y la Luna

 


“La ignorancia nos hace libres, mientras que el conocimiento nos hace presos de nuestras ideas”

Con esta frase intento condensar lo que no puede obviarse en caso de que se razone “algo” el siguiente tema:

Si el Estado debe permitir con una mano la libertad de pensamiento en cuanto a temas que coarten o impidan su propia existencia como pudieran ser las causas independentistas o revolucionarias, con la otra mano ha de realizar el mayor esfuerzo que le sea posible para evitar que estas causas lleguen a buen término, mediante una legislación pertinente con nuestro Estado de derecho y que castigue los actos de rebelión o sedición, permita la ilegalización de partidos políticos o bandas terroristas, y excluya la asignación de fondos públicos para su empleo en políticas que tengan como prioridad derrocar a los poderes del Estado.

Pues bien, hoy soy preso de la siguiente idea, y por tanto estoy condenado:

España es un Estado aconfesional, es decir, existe una separación entre el Estado y las confesiones religiosas. Por otro lado existen confesiones religiosas que no diferencian entre Estado y religión, y que tienen como último fin el asimilar al Estado a su confesión.

Otra idea subyace en el fondo de esta cuestión, ¿Podríamos plantear que nuestro país se convierta en un Estado confesional, en el que justicia, estado y religión sean lo mismo?. A esto hay que decir que la soberanía reside en el pueblo y no al contrario, es decir una pequeña parte del Estado pertenece a cada persona, creyente o no creyente, y este derecho de propiedad es inalienable, y por tanto ninguna fuerza o Gobierno puede despojarle de el mientras pueda ejercitar sus derechos. Si planteamos de nuevo la pregunta ¿Podríamos plantear que nuestro país se convierta en un Estado confesional, en el que justicia, estado y religión sean lo mismo?, Si, claro que sí, pero para ello todos los que no procesamos la religión estatal o ninguna religión habríamos de estar vencidos, muertos, recluidos o expulsados del país, y entonces nos dará lo mismo lo que otros quieran plantear. Sin lugar a dudas esto pasará en el futuro, y por eso nuestro deber hoy es retrasar ese futuro cierto levantado sobre ideologías progresistas excesivamente laxas o no protectoras e ideologías o creencias que tienen como FIN ÚNICO su expansión y que tanta relevancia están adquiriendo día a día. (He remarcado y subrayado las palabras "Fin único" para que todos se percaten y entiendan claramente y sin ningún atisbo o dudas de interpretación el alcance del problema en cuestión. Si alguien no llega a entender su significado, haciendo doble clic en cada palabra en azul lleva a la definición de la RAE para cada palabra).

¿España como firmante de la Declaración Universal de los derechos Humanos ha de respetar según estos principios los derechos humanos de aquellos que pertenecen a países firmantes de la Declaración Universal de los derechos del Islam?. La respuesta no puede ser otra que SI, pero si se preguntase al contrario, la respuesta no podría ser otra que NO.

¿España debe ilegalizar el Islam?, La respuesta no puede ser otra que NO, pero SI debe negar la asignación de fondos públicos para políticas que encaminen a España a ser absorbidas por dicha confesión. Para la pregunta hecha al contrario, es decir ¿En los países firmantes del Tratado del Cairo deben ilegalizar otras confesiones religiosas?, la respuesta es: YA SON ILEGALES.

¿España debe fomentar la integración de musulmanes en nuestro territorio, por ejemplo: pagando profesorado que dé clases de Islam? La respuesta no puede ser otra que NO, ya que por definición el Islam no se integra, únicamente convierte. La respuesta a la pregunta realizada al contrario, ya la conocéis.

¿España debe subvencionar a aquellos partidos u organizaciones que fomenten la entrada en territorio español de personas que practiquen la religión islámica?. La respuesta no puede ser otra que NO, los partidos o asociaciones que fomenten cualquier incremento de población islámica que llegue de forma ilegal deben dejar de ser subvencionados, y las políticas económicas que premien la natalidad deben ser reconsideradas. Es del genero estúpido que se fomente el aborto entre la población española, y que esté prohibido entre la población islámica, situándonos este hecho cada día un paso más cerca del precipicio.

¿Debe considerarse al Islam como un peligro para nuestra sociedad?, indiscutiblemente, SI.

¿Todo lo anterior significa que tenemos que plantear una guerra al Islam?, evidentemente NO, pero SI debemos plantarnos en no fomentar un dogma que pretende integrarnos en su colectivo como si fuésemos Borg. La pregunta planteada al revés no deja ninguna duda: La Declaración Universal de los derechos humanos en el Islam, es realmente una Declaración Universal de guerra. Habitualmente atribuimos los actos terroristas o el maltrato de mujeres y niños al fundamentalismo radical, apoyando la versión de que existe un Islamismo que no lo es. A mi entender no hay ninguna diferencia entre unos y otros (enlace de interés - Fortunata y Jacinta).


Si has llegado a las mismas conclusiones que yo, no puedo decirte más que “lo siento, te he jodido, todos van a pensar que eres un facha de mierda”, si has llegado a otras conclusiones diferentes, ¡Me alegro de que sigas siendo libre por ahora!.


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