¡Hemos ganao, hemos ganao!
Le pegué un patadón con mis odiosas e irrompibles
botas ortopédicas, y sin saber aún como, el balón entró en aquella lejana portería.
En un momento pase de ser el marginado alumno penúltimo de la clase, a ser un jugador
imprescindible en los partidos de futbol-80. Parecíamos ganao tras el balón los
que jugábamos aquel partido de algo parecido al fútbol que se celebraba en el
campo de tierra que estaba detrás de la vía donde ahora se levanta el Hipercor
de San José de Valderas. El sábado que viene nos volvemos a juntar para
“celebrar” que ya tenemos cincuenta años, ¡Tu no eras así! me dijeron la última
que les vi. Yo siempre he sido igual, les respondí riéndome para adentro.
Y es que mientras los demás, (menos Pascual
que criaba pájaros y Gregorio que alimentaba tritones, o igual era al revés,
espero que ambos no alimentasen a los pájaros con tritones), se empeñaban en
aprenderse los nombres de los ríos de la península, yo llegaba molido a clase y
por supuesto sin haber hecho ninguno de los deberes que al parecer nos
pidieron después de cruzar los mares con Simbad toda la noche de la mano de Scheherezada,
cometiendo un acto totalmente reprochable para un menor de edad que debería haber
estado centrado en forjarse un futuro en
la “sociedad”.
A veces por no querer perder en todo en esta
vida nos hacemos de un equipo ganador en vez de disfrutar de los pocos goles
que les metemos a la vida, ¡Coño! Si hasta los chinos de la China se hacen del Madrid con
tal de sentir que su “vida” mejora con cada liga o Champions que ganan.
Generalizando, podemos ampliar esta teoría de “goleada personal” al “voto
útil”, que resumiendo, es aquel por el cual una persona siente haberse
desarrollado plenamente en sus inquietudes para mejorar este mundo, únicamente
viendo como gana el partido político mayoritario que les estafa una y otra vez,
“prefiero que ganen los míos”, se reafirman una y otra vez, sin detenerse ni un
segundo a razonar ni sus actos, ni sus ideas. ni el programa electoral que "presentaban" de nuevo. Debe ser que para los que no nos
sabemos los ríos, los pensamientos discurren por cauces diferentes a los
habituales.
Aquel fue el gol más importante en mi vida.
Ahora me dice el traumatólogo que el llevar botas ortopédicas toda la infancia
no sirvió para nada, que nunca tuvo remedio, ahora se que el tiempo desaprovechado
que pasé leyendo novelas toda la noche ha remediado mi vida mas que la carrera
que estudié con mucho esfuerzo, y es que la infancia es para soñar, y la
madurez es para hacer que se cumplan los sueños.
Soy de UPYD, por que quiero cumplir mis
sueños. ¿Tu de quien eres?, ¿del Madrid?
Perdonar si cometo faltas de ortografía. Ese día pase una buena noche y no atendí mucho.
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