Por qué


Empezar el día gruñendo con esta pregunta o desafiando con una sonrisa al paisaje que se ve por la ventanilla no tiene consecuencias más allá del mundo de cada uno, lo importante viene después, cuando entre todos escribimos la historia de una sociedad. Ser un ciudadano venido a menos, o un hombre venido a más, lo mismo da.
La mayoría de las historias empiezan por un “Hubo una vez…”, luego se entrelazan y entremezclan tramas que intentan deshacer el sentido del argumento de la narración, pero que a fin de cuentas colaboran, aunque no lo sepan, en que su final sea más inesperado. Pero raramente aparece otra forma de concluirlas que no sea “Fin”. Esta historia es una de esas historias que no acaban, sino que comienza con cada persona que la lee.
Hubo una vez un partido político que nació solo en la calle, en los bares, en los mercados, era tan pobre este partido que nació sin heredar ideales, sin padrinos y sin seguidores. Solamente se nutria de ideas de quien ya pasado de copas cuestionaba cada problema al resto de contertulios del bar en voz alta: ¡son unos sinvergüenzas!, ¡esto se tiene que arreglar!, o con mínimamente un café y unos churros, algún individuo meditando sobre alguna extraña noticia de la prensa, se preguntaba impotente ¿por qué?
 A decir verdad, el pobre partido se nutria poco, pues pocos eran los que se atrevían a aportar ideas en un mundo donde a todas horas, en cada periódico, en cada emisora de radio, en cada programa de televisión, se decía que todo estaba bien, que sus sacrificios no eran en balde, que compraban lo correcto, que votaban lo adecuado, que nadie les engañaba, y que se comportaban como se tenían que comportar.
Poco a poco este partido, con mucho esfuerzo fue aunando suspiros y desafíos hasta que consiguió un capitalito suficiente como para empezar a levantar el gran proyecto de “arreglar esto”. Y para ello revisó leyes, estudió las diferentes ideologías, se metió en cada portal para escuchar cada idea, a devanar cada problema, y llegó a una conclusión: que nadie había nacido siendo de derechas o de izquierdas, también que era imprescindible que la gente estuviese unida sin coacción, y para ello las leyes deberían ser las mismas para todos, que progresase sin restricción, y para ello tenían que construir un futuro común en el que todos tendrían que hacer valer su opinión.
Cuando el pobre partido entendió lo que debía hacer se puso enseguida manos a la obra para conseguir su propósito, y la verdad es que al principio le fue muy bien. Mas y mas personas se sumaron a la idea de crear un mundo mejor para todos, consiguiendo entre todos que el partidito entrase en el parlamento de su país, y el partidito poco a poco fue denunciando todas las injusticias y desigualdades que encontró por el camino, hasta que un buen día decidió que había llegado el momento de enfrentarse al Todopoderoso de aquel país. Al dinero.
Dos y no uno, fueron los partidos que creo el Todopoderoso aquel desdichado día, para que quedaran contrarrestados, ambos con las mismas metas que había desarrollado el partidito. Uno diría beneficiar a los empresarios, mientras que el otro diría beneficiar a los trabajadores. El pobre partido se quedó solo de nuevo, ya que los pocos que se atrevieron a tener nuevas preguntas fueron convencidos a todas horas, en cada periódico, en cada emisora de radio, en cada programa de televisión, que los nuevos partidos no solo seguirían la senda del pequeño partido que había caído en desgracia , sino que además gracias a sus notables diferencias se adecuarían mas al pensamiento de cada ciudadano, que todo estaba bien, que sus sacrificios no eran en balde, que compraban lo correcto, que votaban lo adecuado, que nadie les engañaba, y que se comportaban como se tenían que comportar.
El pobre partido se vio más desamparado que nunca, y un día fue a un raro periódico que aún permitía la expresión y en un apartado publicó:
Partido político que pretende la igualdad necesita explicación de los medios de comunicación. Los ciudadanos pedían más libertad y ahora son más rehenes, buscaban un futuro mejor y ahora tienen un mal pasado, querían unirse y ahora están más separados. ¿Por que defendéis a unos partidos de nacimiento sospechoso que propugnan las mismas metas del partido noble que enterrasteis bajo una piedra? ¿Qué hace mejor a estas ideas ahora? ¿Por qué os gastáis tanto dinero en apoyarles? ¿Por qué consiguen más 5 diputados que 99? ¿Por qué no nos apoyáis? ¿Por qué creéis que esta historia ha acabado?

¿Por qué?

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