Desconfianza plena
Me miró como nadie me había mirado nunca
nadie, no podría decir a ciencia cierta que era lo que quería, lo que si que
pude adivinar era lo que no quería. No quiero seguir así, con su mirada me
dijo, y contrariamente a lo que debiera de haber hecho, me votó una vez más.
Parece ser que siempre es oportuno a la hora
de escribir una chorrada, el dar datos estadísticos relevantes sacados de una
revista lejana altamente especializada en la materia o añadir frases de creadores
de pensamiento celebres y muertos, cuanto mas celebres y muertos mejor, y
cuanto mas lejana es la revista, también mejor, de esa forma nuestro desvarío
gana un valor cualitativamente hablando que es directamente proporcional a nuestra
pedantería. No, no vais a tener que sufrir esta práctica, por lo menos ahora,
ya que ante todo soy contrarío a creer, y menos a divulgar lo que diga cualquier
libro o cualquier estudio, y no por que sea mas inteligente o menos pedante que
el que lo escribe, sino por que soy mas desconfiado. La desconfianza y no la
paciencia, es la madre de mi ciencia. Desconfié de las verdaderas intenciones
de todos los políticos cuando gano la
OTAN al poco de perder, y a partir de ahí no deje de
desconfiar, llegándome a jurar el no regalar mi voto a ningún político manipulador,
así fueron pasando los años de votar en balde en blanco hasta que un día por
casualidad escuche al portavoz de un partido que desconfiaba aún mas que yo, y
en ese momento me dije: ¡Coño, en estos puedo confiar!. No confiaban en una
justicia repartida por los partidos, no confiaban en las “reivindicaciones históricas”
de los nacionalistas, no confiaban en el “buen hacer” de los consejeros de las
cajas de ahorros, no confiaban en los lobos que llamaban a la puerta con harina
en las pezuñas, por desconfiar, hasta desconfiaban de los intereses que
pudieran tener sus militantes, y pasado el tiempo, con muy honrosas excepciones
claro está, se ha podido comprobar que extrañamente hasta en ese punto, no
carecía de sentido del todo.
Sobre la desconfianza podemos destacar que últimamente
están floreciendo multitud de partidos y plataformas compuestos por los
autodenominados “huérfanos políticos”, y que son a partes iguales, náufragos re-ahogados
por las mareas, ciudadanos mareados por los ciclones del sinsentido, progresistas
abandonados por el progreso, continuistas paralizados por la corrupción y en
último lugar están los que desfallecieron luchando contra las mareas, contra
los ciclones mediáticos, contra el abandono y contra la corrupción. En estas
plataformas o partidos, se libra una lucha total por la desconfianza, ningún
ahogado quiere ir en “submarino”, ningún mareado quiere un “tiovivo”, ningún
abandonado quiere al “renacido” que lo abandonó, ningún continuista quiere a un
“detenido” y ningún exhausto quiere realizar otra prueba de esfuerzo. La
desconfianza es bella.
Curiosamente lo que ayer era desconfianza,
hoy no lo es. Hoy los que me rodean, aunque sean pocos, ya no desconfían de las
intenciones del que tiene al lado, siento que todo es posible. Si, somos pocos.
Si, todos han oído que hemos desaparecido. Si, tenemos menos dinero que uno que
se está bañando, pero SI, somos libres y estamos más unidos que nunca.
El citado portavoz, aun cuando también
desfalleció por un momento, y ya que lo preguntáis, os puedo decir que parece
que progresa adecuadamente en una de estas plataformas, cuando aún se sentía imbatible
sentenció: “hay mucha gente de es de UPYD, pero aún no lo sabe”. Como siempre,
empleando el método científico de la desconfianza, me atrevo a asegurar que
quien no es capaz de unirse, quien no es capaz de progresar, quien no es capaz
de luchar por la democracia, no es de UPYD, aún cuando este afiliado, y
haciendo una abstracción inversa, todo aquel que quiera unirse, progresar y
luchar por la democracia es que si es de UPYD, aunque no lo sepa.
La confianza de saber que hacemos lo correcto,
nos hace libres, y esto solo proviene de una desconfianza previa, por ello es
un motivo de esperanza que las personas empiecen a desconfiar de los que les engañaron
y quieran unirse para progresar en democracia.
En UPYD puedes desconfiar plenamente, que no
te arrepentirás.
Comentarios
Publicar un comentario