Los números imaginarios


Con las elecciones del pasado día 21 en Cataluña, ha quedado todo el problema resuelto:
El problema es irresoluble.
Recuerdo con cierta nostalgia aquellos años en los que nuestro profesor de matemáticas, Don Emilio, ante un despiste o una gamberrada en la clase te preguntaba: ¿Cuál prefieres, la de Don Quijote, o la del Cid Campeador?. Aún cuando el golpe era más rápido, era preferible la del Cid ya que hacia menos daño.
“La del Cid”, solía decir después de reconsiderar los pros y los contras un rato, entonces Don Emilio sacaba una regla de madera que tenía bajo la pizarra y te pedía que extendieses la palma de la mano, “No la retires”, decía, o saco la de Don Quijote, mientras miraba hacia donde tenía una tabla de dimensiones considerables, difícil de blandir pero mas dolorosa si te daba.
La matemática es nuestra amiga, eso solía decir…
Entre las soluciones que puede tener un problema, existe el que este no tenga solución. De las dos ecuaciones planteadas en Cataluña para hallar la solución a sus inquietudes, una está en función del librepensamiento político y otra está en función del preso-desvariamiento nacional de forma que las curvas de las funciones se entremezclan, se separan y anudan de una forma que no permite hallar una solución dentro del espectro de los números reales.
¿Qué no exista una solución quiere decir que no exista el problema?, No, sólo quiere decir que se esta buscando una solución dentro del campo de los números imaginarios, que son aquellos que por lógica no pueden existir y sin embargo pueden aparecer en expresiones matemáticas, como por ejemplo la raíz cuadrada de un número negativo. Que no exista solución solo nos muestra que el enunciado del problema está mal expuesto o que no se sabe que se pretende conseguir.
Cuando operamos con números imaginarios, pueden existir expresiones independientes, pueden existir expresiones libres, puede incluso plantearse expresiones con un mundo feliz y anarquista donde el independentismo es la solución a todos los males del mundo, pero en realidad estamos pervirtiendo a la sociedad para conseguir resolver un problema que es función de una función, o sea, o bien pretenden conseguir el anarquismo como función del independentismo o el independentismo como función del anarquismo.
Ahora todo esta resuelto, todo es  irresoluble, La Cataluña cuna del anarquismo y la Cataluña cuna del independentismo están condenadas a enfrentase eternamente en un duelo dialéctico para decidir cual es función de cual, para decidir si hacen lo que quieran para conseguir la independencia o si han de conseguir la independencia para hacer lo que quieran, que en expresión vulgar es: “lo mismo me da, que me da lo mismo”; y en este bucle del sinsentido deambula el catalanismo mientras la sociedad catalana se despeña con estas conjeturas imaginarias, y el resto de la sociedad impávidos, nos miramos los unos a los otros intentando entender que tipo de cabriola circense pretenden conseguir, expectantes para no perdernos el ostiazo de aquel que busca lo que no tiene solución, sin ninguna razón y con todo el corazón.

El problema que de verdad queda por solventar, es si lo resolverá Don Quijote o el Cid Campeador.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El yunque y la pluma.

La Cruz y la Luna

Preposiciones para el 2021