Próxima estación… la cordura.

 


…Nosotros no tenemos reparo en declarar que si ser de izquierdas ahora es apoyar en España las exigencias nacionalistas o separatistas, la asimetría regional o el diálogo político con los terroristas, y en política exterior tener como referentes a Fidel Castro o Chávez... entonces somos de derechas. Y que si pertenecer a la derecha exige considerar la homosexualidad una enfermedad (y el matrimonio entre personas del mismo sexo una indecente aberración), un delito el aborto o la experimentación genética con fines curativos, y tener a los padres por exclusivos responsables de la formación ética de sus hijos aún en cuestiones cívicas, además de estar obligados a apoyar la invasión de Irak, o a considerar inalterable la distribución de la renta, y resignarse ante la pobreza de millones de hombres y mujerespues entonces no habrá más remedio que ser de izquierdas


Con estas palabras Savater nos puso la rueda delante de las narices, nos miró complacido, y nos dijo “¡hala… ya podéis rodar!.

Sin embargo la transversalidad ya estaba inventada, aunque se le llamaba ser apolítico, término que es despreciativo en cuanto a que es una posición personal que comúnmente auto-aparta al individuo del “camino en común de la sociedad”, e implica desdeñar la política tal y como está concebida para cometer el pecado de no seguir un ideario digerido para borregos, sino a la cordura de cada uno, y que nos dice a cada momento que el sistema de democracia representativa implantado en nuestro país, es a falta de una expresión mejor, “una mierda pinchada en un palo”, y es que, como ya nos han demostrado nuestros gobernantes en infinitas ocasiones, la forma más abyecta, simple, y directa para conducirnos a algo que no queremos hacer es mediante el cambio del nombre de ese algo, no hay como crear un ministerio de la igualdad para crear diferencias que no existían con anterioridad.

En el camino de la transformación de la sociedad actual hacia la creación de la “sociedad del futuro”, donde habite el  homo futuris”, que es dicho de otra manera, la mejor versión de la humanidad que YA sabemos que no es posible conseguir hoy, pero que tenemos la esperanza de SI pueda ser alcanzada el día mañana por nuestros descendientes, nos estamos metiendo en unos charcos nada desdeñables de incongruencias.

La teoría era sencilla, crear un partido con la única utilidad de abrir camino para que evolucionase el homo futuris, un partido que acogería en su ideario solo las mejores ideas para la sociedad, sin importar que estas fueran creadas para los borregos de la derecha o para los borregos de la izquierda, un partido que funcionase como una tuneladora cuyo destino era ser abandona al final de la vía en la última estación.

En mi calidad de ser “aún vivo”, y con el ánimo de caminar hacia una sociedad mejor, me gustaría avanzar en todos los aspectos de la “apolitica“ o de la “contra-política” y volver a participar con un partido transversal o como se le quiera llamar, que nos permita abrir un camino a otro futuro mas sensato y amigable para todos.

Me pregunto a mi mismo ¿Cuáles serían las metas este partido?, y como yo mismo, me respondo:

Afrontar la implantación de un nuevo sistema democrático en la que los individuos no estén representados por otros que abusen de su poder, parasitando las instituciones y absorbiendo todos sus recursos, sino que se representasen a si mismos, que sea transparente, productivo, con fecha de caducidad y que intente proporcionar una vida mas plena a cada individuo.

Cuando Savater pensaba en la Unión, en el Progreso y en la Democracia, no intentaba formar un partido que participase en la vida democrática de igual a igual con el resto de los partidos de este país, estoy convencido de que lo que pretendía en realidad era apuñalar de una forma mortal a nuestro sistema “democrático” para que el homo futuris pudiese habitar en un entorno propicio donde desarrollarse.

Como era de esperar, la tuneladora llegó a la primera estación y tuvo que sepultarse en el final de la vía enterrado por la reacción del resto de grupos políticos y poderes mediáticos cuando por fin entendieron las verdaderas intenciones que pretendía esta nueva fuerza “transversal”.

Esta vía se va a tener que construir con muchas personas que como yo quieran que este sistema “de mierda” cambie, y que comprendan y acepten que muchas tuneladoras van a tener que quedar sepultadas para alcanzar la estación de la verdadera democracia donde pueda coger el tren de la cordura el homo futuris. Muchas desventuras hemos de sufrir hasta que nos demos cuenta que es necesario que todos hemos de rodar juntos con estas ideas que nos adelantó Savater, pero no me cabe duda, por el cariz que esta tomando la situación en nuestro país, que mas temprano que tarde, tendremos que hacerlas nuestras.

¡hala… a rodar!

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