Por qué
Quizá esta sea la única pregunta que importa. Toda una vida intentando pasar desapercibido ante los demás, y ahora cuando ya he pasado la crisis de los cuarenta, en la que no he montado en globo, si he tenido una hija, y si bien no escribí un libro, si escribí una obra de teatro, que si bien siento que chirrían mas mis articulaciones, noto que todavía puedo aguantar otra embestida, otro fracaso, otra derrota que me haga levantarme de nuevo. Quizás necesito que los golpes sean aún más fuertes para convencerme de que nada es capaz de tumbarme, o quizá siento que el otro debe haberse cansado ya de darme en las napias y ha llegado el momento de empezar a asestar yo los golpes hasta tumbarle. La respuesta a esta pregunta quedará oculta en el tiempo, y no es trascendente. Pero en verdad ahora me siento con más fuerzas que nunca para derrotar a la injusticia, a la desigualdad, a la sinrazón, al engaño, a la manipulación y a ti desidia.
Si, señor.
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